lunes, 9 de enero de 2017

Los juguetes de Luis capitulo 8

CAPº 8
Sara se despertó de su letargo de forma brusca, al morir dentro de su propio sueño, ella creía que los sueños eran avisos de sus antepasados que la advertían de posibles peligros, a través de metáforas visuales representadas en los sueños.

Cuando se levanto de la cama notó una sensación extraña en su cuarto, el ambiente era oscuro y lúgubre, todo lo contrario a lo que ella intentaba aparentar con sus armarios llenos de coloridos vestidos de seda, se vistió y se sentó delante del tocador para peinarse cuando se dio cuenta de que todos sus cepillos habían desaparecido misteriosamente y que el cristal estaba manchado de tal forma que las partes limpias del mismo dejaban leer la palabra "ENCUENTRALOS" y debajo "1 NOCHE". Sara temiendo que alguien hubiera entrado en su casa para robar mientras todos dormían se dirigió a la habitación de sus padres despertarlos. 

Después de estar cinco minutos intentado despertarlos, comprendió que no se despertarían y que estaba sola así que como buena hermana mayor fue a la habitación del pequeño Luis para llevarle a un lugar seguro en lo que ella averiguaba lo que estaba pasando.

Al entrar llegar a la puerta observo que el humo salia por debajo de esta y temiéndose lo peor la abrió, con suerte el fuego no le afectaba a ella sino a los muebles y las paredes que cambiaban mientras ella se quedaba perpleja, sin creerse lo que sus propios ojos estaban viendo. Busco a su hermano por toda la habitación pero no lo encontró, pero vio el armario de su hermanito con unos pocos juguetes, unas luces que los alumbraban y unas anotaciones extrañas debajo de cada juguete, también encontró uno de sus cepillos en la cama del chico, era un cepillo de marfil blanco con piedras azules, lo cogió y se lo llevo corriendo a sus tocador con la ilusión de que así algo cambiase aunque dentro de su cabeza le parecía una locura.

Sara se sentó delante del espejo lo limpio con la manga de su camisón y acto seguido empezó a peinarse el pelo, era una chica de pelo rubio claro piel pálida como la nieve y con aspecto de niña buena, aunque en realidad su cara escondía su verdadera personalidad, le gustaban mucho los juegos relacionados con el ocultismo y había intentado sin éxito, al menos que ella sepa invocar espíritus en su casa.

Cuando termino de arreglarse el pelo se puso su mejor vestido y fue en la búsqueda de su hermano y los otros dos cepillos.