Cap. 6
Luis estaba asustado, ¿Qué era
esa sombra?, ¿Cómo lo había encontrado?, ¿Seria la misma persona de la nota que
había leído días atrás?, preguntas sin respuesta que se acumulaban en su cabeza,
le atormentaban, pero lo peor era el mensaje de volver a encontrarse con esa
sombra, no le agradaba la idea de juntarse con ese ser tan raro a la vez que
misterioso, pero lo haría si esa era la única forma de salvar a su familia.
Se quedo sentado junto al
farol, que aun alumbraba parte del suelo, durante un buen rato pensando en todo
lo sucedido esa noche, media hora después se decidió a volver a casa con la poca
luz que le proporcionaba el farol, al llegar a la puerta visualizo una densa
capa de humo negro que salía de la ventana de su habitación, solo podían ser
dos cosas, pensó, o bien era la sombra con la que había estado que se colaba en
su habitación o bien se estaba quemando, no sabía que le daba más miedo, pero
todas sus dudas se desaparecieron cuando vio como la ventana de su habitación explotaba
en mil pedazos de cristales rotos y una gran llamarada de fuego con un color
naranja intenso salía de está, Luis solo pensaba en su familia, en si el fuego
les había alcanzado, salió corriendo del cobertizo y se dirigió de vuelta a
casa esquivando los arboles que parecían enfadados ya que mandaban sus ramas en
dirección del pequeño que las saltaba y esquivaba para poder llegar y ver qué
pasaba.
Al llegar a casa le sorprendió
descubrir que solo se estaba quemando su habitación, en cuando el intentaba
pasar de la puerta se apagaba así que el joven chico aprovecho esa pequeña y
extraña ventaja para ir a echar un vistazo a la habitación de sus padres y su
hermana.
Cuando llego a la habitación
de sus padres todo estaba bien, normal, como si no hubieran pasado más de dos
horas en vez de cinco o seis noches, salió
despacio y fue a la de su hermana el
panorama allí era completamente distinto, muebles por el suelo, objetos rotos,
y encima de la cama, nada, su hermana no estaba en su lugar un soldadito de
plomo, un prisionero, su peor pesadilla se había cumplido algo, alguien había secuestrado a su hermana y no tenía ninguna pista de
donde podía estar.
Regreso a su habitación, la
cual había terminado de arder, sorprendentemente los muebles, la cama, el
armario con los soldados recogidos todo seguía intacto, solo habían cambiado de
forma, el armario antes de un color roble claro ahora asemejaba mas al negro y
oscuro ébano, la cama había perdido el color pero no estaba quemada sino que
todo lo blanco que tenia ahora era negro y la almohada era más grande y de
color gris, en las paredes había caras pintadas por el humo, ojos vacios y
bocas abiertas, la imagen del sufrimiento eterno, ¿Era así como terminaría él?.
Abrió el armario dos cajones
estaban abiertos llenos de polvo menos en el centro, las pocas zonas limpias
marcaban en uno la silueta del prisionero y en el otro la de la maqueta de su
antigua habitación, Luis las coloco en su sitio cerro el armario, se metió en
la cama y durmió.
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