miércoles, 15 de junio de 2016

Los juguetes de Luis capitulo 3

Cap 3
Tras decidirse por donde empezar, Luis se dirigió a la cocina ya que en múltiples ocasiones había encontrado objetos que ya daba por perdidos en algún cajón de allí.

Luis llegó a la puerta y se paró en seco, la puerta presentaba unos rasguños que habían quitado la pintura, vistos con perspectiva se podía leer la frase “recién remodelado”. Luis no sabia a que se  refería ya que su madre era una mujer de costumbres y nunca había querido hacer reformas en la cocina, lo que no quita que el resto de la casa no hubiese pasado por alguna reforma que otra.

Luis abrió la puerta con sumo cuidado, todo había cambiado de sitio, Luis estaba perdido no sabía que hacer ni por donde empezar a buscar, es como si todo lo que había planeado se le hubiera borrado de la mente en un solo instante, Luis se quedo mirando la nueva cocina, se mentalizo de donde estaba ahora cada cajón, cada mueble, cada silla y empezó a abrirlos como si el destino de la gente a la que mas apreciara estuviera en sus manos, cosa que así era.

Tras haber estado horas buscando dentro, encima, debajo y a los lados de todos los objetos de la cocina Luis no encontró ninguno de sus juguetes, solo encontró una nota y el guante de cocina de su madre con otra nota dentro que detallaba a la perfección los rasgos culinarios de la madre, sobre todo en la repostería. La otra nota que había encontrado decía “MIRA ARRIBA” Luis asustado y con miedo de encontrarse con el personaje que le estaba haciendo pasar por este infierno, levanto la cabeza y se asombro al descubrir un espejo de la longitud de la cocina con un gran cuadrado en el cual no había cristal.

Tras estar mirándolo haber si así se percataba de algo que se hubiera dejado en el camino el cristal empezó a agrietarse y empezaban a caerse trocitos pequeños, Luis corrió a refugiarse bajo el gran cuadrado sin cristal, al cabo de pocos segundos todo el espejo se vino abajo convertido ahora en trozos minúsculos de cristal inservible, y con los trozos de cristal algo más grande del tamaño justo como para ser un juguete, Luis lo siguió con la mirada mientras caía y al terminarse la lluvia de cristales rotos fue corriendo al mirar lo que era, su soldadito de la revolución Francesa pintado con los colores del ejército francés, que tanto le gustaba a Luis, en su espalda una nota que decía:

Uno de nueve espero que te hubiera sido tan entretenida la búsqueda como lo fue para mi el observarte, el resto no será tan fácil, ahora corre guárdalo.

Tras terminar de leer la nota Luis salió corriendo de la cocina, cerró la puerta y la volvió a abrir para comprobar si había alguien allí, pero la cocina había vuelto a su forma original los muebles estaban con a su madre le gustaban y no había un solo cristal.


Luis entro en su cuarto y puso el soldado en la zona iluminada y bajo el la nota, al rato se ilumino una zona pegada al soldado por lo cual tenía que buscar al revolucionario de la revolución francesa.

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